A veces recibes regalos con los que no cuentas, que ni se te habían ocurrido y que suelen hacer mucha ilusión. Cosas de la vida, en las últimas semanas se me han concentrado algunos que me gustaría compartir con vosotros. Empiezo por el último.
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Afortunadamente, no pasan a limpiar con la sopladora cada dos por tres.
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Hace muy pocos días, preparando una actividad (no profesional) con un grupo de gente con el que colaboro, se me acercó un señor, vecino de Rubí, y me dijo que se había acordado últimamente de mí. Al parecer, en algún momento les había explicado que uno de mis primeros trabajos fue el proyecto de un parque en el barrio de Les Fonts, muy cerca de allí. Vino para decirme que había estado disfrutando del espectáculo de la floración primaveral de los Pisardii y que ahora estaba ya a punto la de los tamariscos. Y que usan con frecuencia el área de pic-nic a la sombra de los pinos piñoneros y las moreras. Ellos y los vecinos, que lo usan mucho y cuando hace buen tiempo, los fines de semana está lleno de gente.
Me dio una gran alegría y me prometí que la primavera que viene, cuando empiecen a florecer los ciruelos, visitaré de nuevo el parque. Las últimas fotos que tengo son ¡del 2001!
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Curioseando con el Google Maps, he descubierto un aficionado a la fotografía que tiene algunas del parque que me encantan… ¡y me honran! Son estas: http://www.panoramio.com/photo/10729423
Gracias desde aquí, aunque no nos conocemos.